por Guy Wenborne
La fotografía aérea nos permite apreciar la realidad física en que vivimos desde un punto de vista que, como animales terrestres que somos, nos está vedada.
La percepción de nuestro entorno físico está definida y limitada en coordenadas a una escala muy próxima e inmediata, adelante, atrás, izquierda y derecha. Esta limitante comienza a desaparecer cuando emprendemos vuelo, ya que desde lo alto, ingresamos a otra dimensión de como percibimos la relación con nuestro entorno físico geográfico, comenzamos a percibir la dimensión de la gran geografía. Un privilegio reservado naturalmente solo para los animales voladores.
Al estar suspendido en el aire se nos abre un mundo infinito de formas y posibilidades de interpretar lo que vemos bajo nuestro. Situaciones cotidianas vistas con nuevos ojos, que sorpresivamente cobran un valor estético adicional y fresco. Composiciones plásticas que relacionan y conectan aspectos, que desde la tierra no tenían interacción aparente.
Las imágenes que presento aquí son una selección de 6 fotografías, donde busque retratar la superficie terrestre bajo una mirada abstracta, descontextualizando de su entorno geográfico, lo fotografiado, cobra valor estético por sí mismo como, formas, color y texturas.
Diciembre 2004
Temporada ♦ 2005 « MAM
julio 7th, 2010