por Florencia Onetto
“Ser artista significa curar continuamente las propias heridas y, simultáneamente abrirlas de nuevo en el mismo proceso” (Anette Messager, artista visual*)
Cómo mujer, cómo artista, como ser humano, como habitante de este planeta, lo único que me corresponde es tratar de descubrir quién soy, aunque la respuesta ya me haya sido dada, pues asumo que soy una partícula única del universo y su cadena de funcionamiento, la tarea sigue en pie y radica en crear, nacer, crecer, componer, descomponer, sanar, curar, destruir y morir una y otra vez, cambiar de piel en cada temporada. Este, mi ser, así como a su vez la naturaleza en su espejo constante, se construye y destruye a sí mismo con una ciclicidad abismante.
Este trabajo que consiste en una serie de fotografías intervenidas con hilos, telas, bordados y papeles, constituye una bitácora del proceso vital, un trayecto que realizo día a día, el trayecto de la búsqueda, el trayecto en el que se realizan los descubrimientos de deseos, miedos, contradicciones, pérdidas de fé, preguntas atávicas, transformaciones, crisis, crecimiento, destrucción y nacimiento. Todo esto gráficamente expresado en las imágenes de cabezas, partes del cuerpo, flores, pájaros y otros elementos. A su vez la manera en que se conforma esta obra a través de fotografías que luego son intervenidas manualmente por el hilo y la tela, remite al trabajo de la costurera, médica, de la mujer en su labor creadora, recomponedora, curadora, reconstituyente de su realidad. Así se van superponiendo capas de materiales, señas gráficas palpables que relatan el eco que la vida va haciendo. Así como también recuerda a la pintura, madre en mi proceso formativo, desde su composición a través de estas capas de color, a veces gruesas a veces delgadas que permiten que la luz se refleje.
En este caso pintura, fotografía o collage se hermanan amablemente, aunque lo inmediato de la fotografía versus lo manual y meditativo del bordado buscan crear un puente entre sí, en que el diálogo entre lo contemporáneo y ancestral o originario del bordado, confluyan consiguiendo transmitir un nuevo lenguaje, el de hoy, pero siempre trayendo el hilo de lo que hemos sido, de lo que esencialmente nos constituye.
*Anette Messager, pág, 357, Women artists, mujeres artistas de los siglos XX y XXI, Ed. Taschen, 2001.
Florencia Onetto
Exposición Muestra Anual XXIII MAM Chiloé
Temporada ♦ 2011 « MAM
noviembre 26th, 2011