GESTACIÓN DE LA IDEA
La creación del Museo de Arte Moderno de Chiloé fue una idea que cruzó nuestra mente en Agosto de 1988 y cristalizó dos meses más tarde. No fue el fruto de una planificación cultural ni de una política descentralizadora y menos fue la iniciativa de algún gobierno.
Simplemente, lanzamos la idea de crear un MAM Chiloé porque habíamos decidido dar vida a lo que estimábamos que hacía falta en nuestro país. Un Moderna Museet, un M.O.M.A, un Louisiana, un espacio para albergar el Arte Contemporáneo que se estaba produciendo constantemente en el país y que nadie se preocupaba de rescatar y por lo tanto de valorar; la historia viva de nuestro Arte Contemporáneo.
Son muchos los artistas que van quedando en el camino ignorados por las corrientes comerciales o centros culturales ideologizados y complacientes. Era necesario crear un espacio para acoger esa obra artística independiente que moría abandonada en bodegas, aquellas telas que eran pintadas y repintadas encima. La mayoría de ellas, de gran formato, fueron creadas para su exhibición en espacios públicos de exposición, que no existían o habían desaparecido después de 15 años de régimen militar. Era imperativo crear ese espacio, aunque fuera tan solo la manifestación de nuestra protesta. Tanto es así que llegamos a imaginarlo en medio de una pampa chilota, no más grande que un Garage y con un letrero en la puerta que diría: «Museo de Arte Moderno de Chile”. Su interior estaría atiborrado de grandes obras de arte rescatadas del olvido.
CONSTRUYENDO LA UTOPÍA
Cuando expusimos nuestras ideas a aquellas personalidades del mundo artístico que nos merecían respeto, la respuesta fue unánime, todos apoyaban la idea. Les parecía exótica, loca, pero posible. Mario Irarrázaval, Milan Ivelic, Ricardo Yrarrazabal, Gaspar Galaz, Osvaldo Peña y José Balmes entre otros, avalaron con su firma y entusiasmo la iniciativa de crear un Museo de Arte Moderno en la isla de Chiloé.
En Enero de 1989, a pocos meses de haberlo imaginado, montamos la primera muestra del MAM Chiloé, una exposición panorámica de Arte Contemporáneo Nacional que reunió la obra de 80 artistas (alrededor de 200 piezas entre esculturas, pinturas, grabados, fotografías e instalaciones) en el recientemente construido «Internado Campesino San Francisco» (obra arquitectónica de relieve internacional proyectada por Edward Rojas e Ivania Goles) en el sector de Gamboa Alto, Castro. El Edificio nos fue facilitado para su uso durante el verano y fueron esos dos meses de exhibición los que confirmaron que nuestra iniciativa era posible.
Todo lo que habíamos imaginado era poco, habíamos creado, a 1200 kilómetros de Santiago, en una isla de gran cultura mitológica, la ilusión de contar con un Museo de Arte Moderno en Chile.
Finalizada la exposición, se guardaron más de 80 obras donadas por importantes artistas nacionales en las bodegas de la comunidad franciscana, constituyéndose de hecho la Colección Permanente del MAM, que hoy reúne a más de 400 artistas.
Durante esta primera muestra, se conformó el grupo de trabajo del MAM, que luego se constituyó como primer y actual Directorio de la Corporación, conformado por: Coca González, Eduardo Feuerhake, Edward Rojas, Luz María Vivar y Estanislao Jorquera. Participaron activamente en la organización, montaje y producción de ese primer evento, un grupo de amigos y entusiastas artistas entre los que podemos mencionar especialmente a Chedomir Simunovic, Carlos González, Leonardo Vidal, Claudia Adriazola, Juana Díaz, Boris Castro, Kittin Bulnes y Elizabeth Rodríguez.
En Enero de 1990 y en el mismo lugar se realizó la «Segunda Muestra del MAM Chiloé», que reunió a 120 destacados artistas nacionales, la que se promocionó en un video denominado: “Segunda y ultima Muestra del MAM en el Internado Campesino San Francisco de Castro”, evidenciando de esta manera que de no encontrar una sede definitiva, el MAM dejaría de existir, ya que no era nuestra idea crear un museo y una colección itinerantes y estábamos cansados de pintar y repintar el Internado Campesino.
EL MAM ENCUENTRA SU LUGAR
Estas dos exposiciones consecutivas, su impacto en la prensa especializada, la gran afluencia de público y en general el interés despertado por la iniciativa, demostraron que la creación de un Museo de Arte Moderno en Chiloé no era una locura y comenzamos seriamente a buscar una sede propia y definitiva, lo que casi se concretó en el bordemar de Castro, frente al Hotel Unicornio Azul. Para ello se elaboró un proyecto de arquitectura sobre palafitos en el que trabajamos los arquitectos directores del MAM y como arquitecto invitado, Jorge Lobos. El proyecto fue presentado junto al mencionado Video en el Museo de Bellas Artes de Santiago pero finalmente se desechó esa gestión, privilegiando la posibilidad de encontrar una situación apartada del centro de la ciudad, que siempre fue nuestro deseo. Esto se concretó al sernos cedida por la Municipalidad, la «Casa-Fogón», una vieja construcción abandonada en el Parque Municipal de Castro, parte de un proyecto costumbrista diseñado por el arquitecto Isaac Eskenazi en los años 70, que lamentablemente pero afortunadamente para nosotros, no prosperó. El viejo edificio nos fue cedido, se restauró y habilitó precariamente con diez mil dólares provenientes de la Embajada de Suecia.
Los terrenos en que se encuentra el Museo de Arte Moderno Chiloé son parte del Parque Municipal de Castro y fueron cedidos en el doble de la superficie que ocupa actualmente y por 99 años, en acuerdo unánime del Codeco, (Consejo Municipal de entonces) en el año 1998, a la «Corporación Museo de Arte Moderno (Chiloé)», en ese momento en formación. El Codeco era presidido en ese momento por el alcalde Sr. Marcelo Fuentes, quién había ofrecido estas instalaciones en repetidas ocasiones a diversas organizaciones sociales de la comuna para evitar su destrucción y el abandono evidente en que se encontraban, no habiéndose interesado ninguna seriamente en ellas. La gestión de constituir la Corporación para oficializar el Comodato otorgado no alcanzó a hacerse efectiva durante el mandato de este alcalde y se dejó pendiente para su discusión con el que sería luego el primer alcalde de Castro elegido en democracia después de 15 años. El trámite fue largo y difícil, solucionándose quince años más tarde, en el año 2003, en que bajo la alcaldía de Sr. Nelson Águila, se oficializa el Comodato Municipal por 30 años.
En Enero de 1991 inauguramos la «Tercera Muestra Anual del MAM Chiloé», por primera vez en nuestra sede definitiva del Parque Municipal de Castro, donde se expuso una primera «Selección de Colección», en el espacio hoy denominado Sala Suecia.
1992 y 1993 fueron años de crecimiento físico. En 1992 y gracias a los aportes de las Embajadas de España y Alemania y la Fundación Andes, se amplió el museo al doble de su capacidad, creándose un pabellón de nuevas salas de exposiciones. En 1993 fue aprobado un proyecto presentado al Fondo Nacional de desarrollo de las Artes y la Cultura (Fondart), que permitió la construcción de un nuevo edificio de 100 m2 que alberga la recepción y administración del museo. Un segundo aporte de Fondart más una nueva colaboración de Fundación Andes, permitieron la construcción del Taller de Restauración y bodega de la Colección Permanente.
CONSOLIDACION DEL PROYECTO
«TERRITORIO INDEPENDIENTE DEL ARTE»
Durante estos años, cambió el formato tradicional de exposición que manteníamos desde su inicio, de “Exposición de Colección”, transformándose en muestras individuales, grupales y/o experimentales. En 1994 comenzamos a invitar a participar en las muestras anuales a músicos contemporáneos nacionales. El MAM comenzó a operar como Centro de Arte Contemporáneo de nivel Nacional y a lidiar inesperadamente con intereses localistas, políticos, económicos y otros, que veían en su existencia una amenaza a las tradiciones y costumbres de la isla, discusión que recién comienza a acabarse luego de 22 años, en gran parte gracias al cambio generacional.
1995. El MAM hacía notar su peso en el ambiente artístico nacional, tanto por la calidad y diversidad de sus exposiciones como por el diseño y regularidad de sus publicaciones (hecho inusual en la historia artística de Chile), siendo fundamental el interés despertado por el museo en los artistas nacionales. Todo esto sucedía sin contar con subvención alguna que asegurara su mantención. Nosotros, sus organizadores, éramos y somos aún, directores sin salario que solicitan cada año el apoyo de imprentas, diseñadores, empresarios y de todo aquel que sea sensible a esta iniciativa. Como una manera de regularizar las colaboraciones, se creó la Sociedad de Amigos del MAM, que durante muchos años y a través de pequeñas cuotas anuales permitió la subsistencia del Museo. Fue Knud Jensen, director entonces del Luisiana Museum for Modern Art, de Dinamarca, quien nos aconsejó crear una sociedad de amigos en que muchas personas paguen una baja cuota como única manera de mantener un Museo de forma independiente.
Se trata seguramente de uno de los pocos Museos que existen en el mundo sin personal pagado. Uno de sus 5 directores, Estanislao Jorquera, residió durante muchos años en el recinto mismo del MAM, llevando a cabo de hecho, una labor de ocupación territorial que fue fundamental en su desarrollo.
1996. El MAM se afianza en el lugar, disminuyen los resquemores regionales o por lo menos no se escuchan públicamente. Se hace conocido internacionalmente y su Arquitectura, diseñada por dos de sus directores, Edward Rojas y Eduardo Feuerhake, es premiada en la X Bienal de Arquitectura de Santiago en la categoría Restauración y Reciclaje, recibiendo además el premio especial que brindó en esa ocasión la Junta de Andalucía. Fue el premio a la solidez de una idea, a la armonía de un conjunto, a la reinterpretación de la arquitectura tradicional, al reciclaje y a la minimalidad, honrada y precaria, con que la obra fue llevada a cabo. Esta serie de volúmenes simples, de interior neutro y luminoso, ubicados en un paisaje natural extraordinario y lejos de las grandes urbes, configuran un marco digno y novedoso para apreciar el Arte Contemporáneo.
Ese año se terminó de ampliar las instalaciones del Museo en el Parque, con la construcción, mediante un nuevo aporte Fondart, de la Sala «Taller Audiovisual». Se trata del actual Teatro y Cine del MAM, que se alhajó con la donación de 50 antiguas butacas del ex Cine Las Condes de Santiago. En el boletín informativo de ese año, el MAM es declarado «Territorio Independiente del Arte» y desde entonces ese concepto está presente, valorizando cada día más, nuestra Independencia respecto al mundo cultural oficial.
En 1997 se acaban las esporádicas ayudas gubernamentales y escasean las colaboraciones. Pareciera que el extraordinario posicionamiento logrado por el MAM, hace pensar en él como un hecho consolidado y por lo tanto asegurado. Pero la realidad era muy distinta. Aún hoy en día, frente a la eterna pregunta: ¿cómo se sostiene el Museo?, nuestra respuesta es siempre la misma, El MAM no se sostiene, existe.
1998. El MAM celebra su muestra anual N° 10 y pensamos que será necesario llegar a la N° 20 para que tanto nuestro país como la región misma, se den cuenta de la significancia real que un espacio de esta naturaleza puede tener en su desarrollo cultural.
2001. El MAM desarrolla por primera vez una investigación artística y lo hace en torno a la obra y la figura de los Collagistas nacionales, vivos y muertos, residentes en el país o en el extranjero, quienes se exponen en el MAM como: «Primera Muestra Nacional de Collage”.
Con el patrocinio y colaboración del Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile, montamos ese año en la ciudad de Comodoro Rivadavia, Provincia de Chubut, Argentina, la exposición: «Interoceánica», una selección de 100 artistas chilenos de nuestra Colección Permanente. La muestra fue organizada y financiada por la Intendencia de Comodoro Rivadavia como celebración del centenario de esa ciudad y fue ampliamente difundida en Argentina causando gran impacto en la región, al punto de crearse en esa ciudad, las bases para un futuro Museo de Arte Moderno. En Chile apenas se supo de esta exposición, la más grande muestra de artistas nacionales que haya salido alguna vez del país.
2002. La muestra anual Nº 14 del MAM se llamó «Nuevos integrantes de la Colección», lo que incrementó la Colección Permanente en 50 nuevas obras, donadas por los artistas invitados a exponer.
2003. Por primera vez el MAM abre sus puertas a artistas internacionales y recibe al grupo SCALA, colectivo compuesto por artistas de diversas nacionalidades que intervienen centros de arte alrededor del mundo.
2004. Fundación Andes y la Comisión Presidencial de Infraestructura Cultural realizan importantes aportes al MAM que permiten construir el primer espacio en el país dedicado exclusivamente al trabajo y albergue de artistas. Se trata del proyecto «Talleres en Residencia», que desde Marzo de 2005 se encuentra abierto para artistas de todo el mundo.
Este acontecimiento es fundamental en la historia del Museo ya que cambia de manera sustancial su acción y programación. Decidimos terminar el siempre caro y complicado transporte de obras de arte para transformarnos en un centro de producción y experimentación de arte contemporáneo. Es decir, se espera y se estimula el hecho de que los artistas invitados produzcan su obra en el lugar.
2010. El MAM cumplió este verano 22 años de permanente actividad, sin subvención ni dependencia alguna. Mantiene su funcionamiento básico de manera precaria durante el verano, con lo recaudado en los Talleres en Residencia.
PROYECTOS URGENTES
- Reparación de las edificaciones e instalaciones existentes, cuyas estructuras se encuentran significativamente deterioradas luego de 15 años sin mantención.
- Consolidación de la Sociedad de Amigos del MAM.
- Construcción de una Bodega adecuada para guardar y exponer en forma permanente la Colección que el Museo ha conformado a lo largo de estos 22 años de existencia.
EF | MAM CHILOÉ
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